El Carcinoma Basocelular es el tumor cutáneo maligno más común.
Por lo general se presenta como una protuberancia pequeña y brillante en la piel, que se agranda lentamente. Puede llegar a abrirse y formar una costra, a veces con sangrado; o aplanarse, adoptando un aspecto parecido al de una cicatriz. Ocurre con mayor frecuencia en zonas de la piel que están expuestas al sol, como la cabeza y el cuello.
Es un tumor localmente infiltrante y agresivo, pero su capacidad para metastatizar es casi nula.
La extirpación por cirugía convencional es el tratamiento de elección en la mayoría de los casos, aunque también se pueden aplicar otras tratamientos, como algunos fármacos (Imiquimod) o la terapia fotodinámica.
Se trata del
tipo más grave de cáncer de piel, que aparece cuando las células denominadas melanocitos (las células que producen el pigmento que da color a la piel) se convierten en malignas.
La causa exacta de todos los melanomas no está clara, ya que influyen en ellos distintos factores. Sí se sabe que factores genéticos y la exposición a la radiación ultravioleta (UV) de la luz solar o de las lámparas y las camas solares, aumenta el riesgo de padecer melanoma.
El tipo de tratamiento dependerá de la localización y estadio en el que se encuentre el melanoma. Puede requerir la realización de alguna prueba complementaria adicional.
Un quiste sebáceo consiste en un saco cerrado y firme que se forma bajo la piel y que contiene una sustancia viscosa y grasa, denominada sebo, compuesta ente otras sustancias por queratina.
Se trata de una lesión benigna, que puede crecer a lo largo del tiempo. Ocurre principalmente en la cara, cuello, hombros o pecho (áreas del cuerpo con cabello). Son muy frecuentes y pueden aparecer a cualquier edad.
No son contagiosos y no hay riesgo de que se transformen en cáncer. Sin embargo se pueden infectar y ocasionar molestias. Por ese motivo se extirpan en muchas ocasiones. Es una intervención quirúrgica sencilla, realizada con anestesia local, en la que se extrae el quiste completamente, incluyendo la cápsula que lo recubre.
Los acrocordones o fibromas, son
pequeños tumores benignos que suelen aparecer en zonas donde la piel forma pliegues, como es el caso del cuello, ingles y axilas. Suelen deberse a
causas genéticas.
Su extirpación puede realizarse con láser, crioterapia o bien con anestesia local y bisturí eléctrico o tijeras, procedimientos todos ellos rápidos e indoloros.
Los nevus, comúnmente conocidos como "lunares", se forman debido a la
proliferación de las células que producen la melanina. Es necesario realizar un
seguimiento
de los mismos y que sean valorados por un
dermatólogo .
Los lunares pueden extirparse por diversos motivos. En algunas ocasiones será el propio dermatólogo el que te recomiende quitarlo para poder analizarlo y descartar que se esté malignizando. En este caso se extirpa quirúrgicamente el lunar por completo con una incisión en forma de cuña y se cierra la herida mediante sutura.
Otros lunares, como los verrugosos o intradérmicos, suelen extirparse a petición del paciente por motivos estéticos o por molestias derivadas del roce. Pueden hacerse mediante “aplanamiento” o “shaving”, o mediante el uso del Láser Plexr.
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