El drenaje linfático manual es una técnica de masaje que utiliza una cantidad específica de presión y movimientos circulares y rítmicos para estimular el flujo linfático y así facilitar su evacuación.
El sistema linfático es un complejo sistema de vasos que transcurren paralelos a los vasos sanguíneos y que transportan un líquido de color amarillento llamado linfa, compuesto por agua, proteínas, grasas y productos de desecho de las células y linfocitos.
Cuando este sistema se congestiona, los ganglios no pueden depurar la linfa y se produce edema o hinchazón. El drenaje linfático está recomendado en estos casos para mejorar el flujo y favorecer la eliminación de toxinas.
Para obtener mejores resultados y restablecer la normalidad de los tejidos.
Médicos y cirujanos lo indican para restablecer y potenciar los resultados de este tipo de intervenciones. Para asegurar mejores resultados es necesario iniciar el tratamiento lo más temprano posible.
Cuando existe un fracaso en la circulación de retorno y el drenaje manual lo mejora notablemente.
Con el drenaje linfático obtenemos una mejor circulación y su consecuente sensación de alivio.
Tiene, además, un efecto estético ya que al mejorar la calidad de la circulación ayuda también a reducir la celulitis.
Debido a la retirada de los ganglios linfáticos (para evitar la dispersión del cáncer) el líquido linfático se encuentra sin camino de retorno a la sangre. Puede estancarse en los brazos y dar lugar a inflamaciones.
En estos casos, si no se drena, puede causar severas limitaciones de la movilidad e incluso infecciones.
Es frecuente en embarazadas sentir las piernas cansadas e hinchadas, con el drenaje conseguimos una mayor sensación de bienestar. También previene la aparición de estrías.
En casos de hematomas, luxaciones, distensiones o desgarros musculares.
Este tratamiento ayuda para una adecuada recuperación del deportista.
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